El derecho penal económico, como término genérico, abarca un conjunto de infracciones administrativas y disposiciones penales que suelen estar relacionadas con las actividades económicas empresariales. Los delitos clásicos son el fraude, la administración desleal, la malversación, el blanqueo de capitales, la evasión fiscal, y los delitos relacionados con la corrupción. En el caso de las empresas, se añaden las infracciones por incumplimiento de las obligaciones de supervisión según la Ley de Infracciones Administrativas (Ordnungswidrigkeitengesetz). Muchas de las infracciones son específicas y surgen únicamente del Derecho penal secundario, en parte sólo en relación con directivas o reglamentos europeos (por ejemplo, en el Derecho penal del comercio exterior, en el Derecho penal alimentario o en el Derecho penal medioambiental, en los que se hace referencia de forma dinámica o estática a los correspondientes actos jurídicos europeos).